Análisis y Digitalización, claves para el crecimiento en tiempos de crisis

Vivimos momentos complejos. La pandemia ha dejado una herida abierta en la sociedad y la economía. El otro día comentaba un buen amigo lo mal que le había venido a la economía y la sociedad española esta crisis (como si alguna crisis viniera en buen momento).

A principios de febrero el fondo monetario internacional estimaba que nuestro PIB en 2020 crecería entorno al 1,6%, ahora las cifras que se manejan son de un decrecimiento cercano al 13%.

Pero la herida que más va a costar suturar es la social. Según los últimos resultados que nos han compartido desde Ipsos, el 80% de los españoles considera que el país esta fuera de control, y subiendo veinte puntos frente a la percepción que se tenía en Julio. La gente tiene miedo, mucho miedo. El 84% creen que existe un alto riesgo de contagiarse y esto hace que cambian sus hábitos de forma que solo 1 de cada 3 españoles sigue viéndose físicamente con amigos y familiares.

Y esta es la nueva realidad con la que luchan las empresas. Menudo panorama ¿verdad? Lo primero que apetece es bajar la persiana, buscar una isla muy alejada y vivir un tiempo con Wilson como hacía Tom Hanks. Sin embargo, una vez templados los nervios, y con un poco de calma y perspectiva, empezamos a buscar soluciones menos dramáticas, y sobre todo, más realistas y pragmáticas.

La primera pregunta que nos debemos hacer es ¿Cómo me ha afectado y me va a afectar la crisis? Y dependiendo de como respondas, tendrás muchas pistas para entender como saldrás de esta.

Si tus respuestas son superficiales, genéricas, y con poca base, puedes considerar que la opción de ir a una tienda de deportes a comprar un balón de voleibol marca Wilson, no era tan mala idea. Estas respuestas querrán decir que, como a casi todos, la pandemia te pillo descolocado, pero que sigues sin hacer los deberes y, que todo lo escuchabas sobre digitalización y análisis piensas que no va contigo y que tu sistema de información no está preparado.

Digitalizar la empresa ayuda a acceder a la información de manera rápida y precisa, y permite un análisis de las posibles opciones, soluciones y situaciones de una forma concienzuda y profunda. Las empresas digitalizadas tendrán, como verás, más probabilidades de salir airosas de este lio.

Una vez evaluados los daños hay que tomar decisiones. Y aquí la intuición, o “gut feeling”, como dicen los anglosajones es el peor amigo del empresario. Necesitamos sistemas de evaluación que nos permitan sustentar las decisiones en modelos basados en datos y en comparativas de análisis, tanto cuantitativos como cualitativos. Poder analizar distintas alternativas y tener claro porque se toman las decisiones, nos ayudará a poder marcar y seguir una ruta y un camino que nos allane este sendero tan complicado por el que estamos pasando, y nos permita que los arboles, ahora si, empiecen a dejarnos ver el bosque.

En épocas como esta, con situaciones no esperadas y donde muchas decisiones vendrán muy condicionadas por elementos externos, especialmente normativos, debes estar preparado para poder ejecutar de manera rápida. Aquí la digitalización y el análisis es clave y básico ya que te permite agilizar y simplificar procesos, ganando en competitividad y sobre todo en eficacia y eficiencia.

En resumen, tener un sistema de procesos y análisis digitalizado, que te permita monitorizar continuamente tanto los cambios internos como aquellos que se producen en tu entorno, te permitirá ser más eficaz, lo que llevará indudablemente a un avance en tu competitividad. Tus decisiones, basadas en datos, dejarán de estar influenciadas por lo que hacen los demás o por aquello “que te da en la nariz”, permitiéndote tomar aire y perspectiva, que es lo que se necesita ahora más que nunca, reduciendo incertidumbres y minorando los posibles errores.

Y es que estas dos simples tareas, no solo te pueden permitir salir airoso de este embolado, sino además conseguir una situación de crecimiento. Porque hay empresas que saldrán reforzadas de esta crisis. Algunas tendrán la suerte de estar en el preciso momento y lugar adecuados mientras que otras se lo tendrán que currar más y se encontrarán con muchos elementos en contra, pero ambas necesitarán, en cualquier caso, enfrentarse a decisiones estratégicas que les permitan navegar con el viento a favor, aunque haya mala mar o mar de fondo.

Todo estas decisiones nos llevarán a lo que realmente importa: el ser capaces de adaptarse a ser relevantes para el consumidor en este nuevo entorno, y el consumidor nos deja muchas pistas de lo que es importante para él y lo que no lo es. Solo hay que saber leerlas y utilizar esos aprendizajes y nuestras decisiones para ajustar correctamente la propuesta de valor. Pero esto es ya otro tema, que lo dejamos para el siguiente post.

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